PLAN LECTOR
DIAGNÓSTICO PARA LOS ESTUDIANTES
Formulario: link encuesta plan lector estudiantes https://forms.gle/eGFWRh8HtH7cfTGF8
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DIAGNÓSTICO PARA LOS ESTUDIANTES
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(LECTURA VI CICLO)
La crisis sanitaria mundial de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) nos ha brindado un momento para reflexionar sobre las cosas que apreciamos de verdad y nuestras necesidades más básicas. En estos tiempos de incertidumbre, a muchos de nosotros nos ha ayudado a reavivar nuestro reconocimiento por algo que a menudo damos por supuesto, y algo de lo que muchos carecen: la alimentación.
La alimentación es la esencia de la vida y la piedra angular de nuestras culturas, y comunidades. Preservar el acceso a alimentos inocuos y nutritivos es, y seguirá siendo, una parte esencial de la respuesta a la enfermedad por coronavirus (COVID-19), especialmente para los más pobres y vulnerables del mundo, que son los que más han sufrido el impacto de la pandemia y que se verán más afectados por las perturbaciones económicas derivadas.
En un momento como este, es más importante que nunca reconocer la necesidad de apoyar a nuestros héroes de la alimentación, agricultores y trabajadores de todo el sistema alimentario, que garantizan que los alimentos lleguen de la granja a la mesa, incluso en medio de perturbaciones sin precedentes como la crisis actual de COVID-19.
Nuestras acciones son nuestro futuro.
Los países, el sector privado y la sociedad civil deben garantizar que nuestros sistemas alimentarios puedan cultivar una variedad de alimentos para nutrir a una población en crecimiento y preservar el planeta juntos.
Todos tenemos un papel que desempeñar, desde aumentar la demanda general de alimentos nutritivos eligiendo alimentos saludables, hasta no dejar que los hábitos sostenibles se queden por el camino, a pesar de estos tiempos inciertos.
¡Obtenga más información sobre cómo sus acciones cotidianas pueden tener efecto!
AHORA, RESPONDE LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:
1.- ¿Quiénes son los héroes de la alimentación en el mundo? ¿Cuál es su propósito?
2.- Es necesario entonces ¿Preservar nuestros alimentos ancestrales de la región? ¿Cómo cuáles?
3.- Después de leer sobre la alimentación, ¿Sabes si te estas nutriendo como corresponde a tu edad? ¿Qué te falta para mejorar?
(LECTURAS VII CICLO)
En las últimas décadas, el mundo ha progresado significativamente en la mejora de la productividad agrícola. Aunque ahora producimos alimentos más que suficientes para alimentar a todos, nuestros sistemas alimentarios están desequilibrados. El hambre, la obesidad, la degradación ambiental, la pérdida de diversidad agro biológica, la pérdida y el desperdicio de alimentos, y la falta de seguridad para los trabajadores de la cadena alimentaria son solo algunos de los problemas que evidencian este desequilibrio. Mientras los países comienzan a desarrollar e implementar planes de recuperación de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), existe la oportunidad de adoptar soluciones innovadoras basadas en evidencia científica para mejorar nuestros sistemas alimentarios y reconstruir mejor.
El Día Mundial de la Alimentación hace un llamamiento a la solidaridad mundial para ayudar a las personas más vulnerables a que se recuperen de la crisis y para hacer que los sistemas alimentarios sean más resilientes, y robustos de manera que puedan resistir el aumento de la volatilidad y los choques climáticos, proporcionar dietas saludables asequibles y sostenibles para todos, y medios de vida dignos para los trabajadores del sistema alimentario. Esto requerirá regímenes de protección social mejores y que se ofrezcan oportunidades nuevas a través de la digitalización y el comercio electrónico, pero también prácticas agrícolas más sostenibles que preserven los recursos naturales de la Tierra, nuestra salud y el clima.
Clausura de la brecha digital
Las tecnologías digitales son clave para transformar la manera de producir, procesar, comercializar y consumir los alimentos, y para desarrollar sistemas alimentarios más resilientes y robustos. Tienen el potencial de cerrar la gran brecha digital entre los países desarrollados y los países en desarrollo, ciudades y zonas rurales, hombres y mujeres, jóvenes y viejos. Pero la digitalización es una realidad distante para más de 3 000 millones de personas en el mundo que carecen de acceso a Internet, la mayoría de las cuales viven en zonas rurales y remotas.
Las nuevas tecnologías prometen cambios revolucionarios para los pequeños agricultores. Esto incluye imágenes por satélite, teledetección y aplicaciones móviles y de cadenas de bloques con el potencial de optimizar las cadenas alimentarias, aumentar el acceso a alimentos nutritivos, reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos, mejorar la gestión del agua, luchar contra las plagas y enfermedades, supervisar los bosques o preparar a los agricultores ante las catástrofes. Para mejorar las habilidades digitales de los agricultores y dar voz a sus necesidades e ideas será esencial una capacitación intensiva, así como la creación de incentivos para alentar la producción de alimentos nutritivos y diversos.
La mejora del análisis de datos también ayudará a los gobiernos de los países en desarrollo a tomar mejores decisiones. La FAO está dispuesta a apoyar a los países cuando identifiquen asociaciones para hacer esto realidad, incluidas las oportunidades de inversión del sector privado. Esto será crucial para construir la infraestructura necesaria (conexiones de banda ancha, proveedores de servicios de datos) y para alojar centros de datos o plataformas en la nube que admitan grandes bases de datos con información vital. La FAO puede ofrecer un asesoramiento técnico sólido sobre cómo una regulación mejor y una formación adecuada pueden allanar el camino hacia un futuro digital para la alimentación y la agricultura.
AHORA, RESPONDE LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:
1.- ¿Qué problemas de desequilibrio presenta la agricultura, para la alimentación?
2.- ¿Crees que el estado peruano invierte en la actualidad en recuperar la pequeña agricultura de nuestro país? ¿Cómo?
3.- Cuándo se logre que la mayoría de la población tenga acceso a internet ¿Cuál será el impacto para la agricultura y la fauna en general en nuestra región?
La Virgen de La Merced fue llamada por Su Santidad el Papa Juan Pablo II en su primera visita al Perú en 1985, "La Estrella de la Fe y de la Evangelización".
Esta Sagrada Imagen vio su culto nacer durante la época de la Evangelización constituyente, cuando Francisco Pizarro llegó al Perú y fue acompañado por religiosos de la Orden de La Merced, quienes se trazaron la meta de cimentar sus labores evangélicas y la inspiración al culto a la Madre de Dios, bajo la advocación de “María de Las Mercedes”.
Cuenta la historia que un día 24 de septiembre en horas de la noche, incursionó en el puerto una flota inglesa conformada por los piratas más famosos de la época, invadiéndolo y aprovechando la fuga del vecindario, no sin antes experimentar toda suerte de manifestaciones de pánico, desesperación e importancia ante los intrusos.
Según los testigos de aquellos tiempos, cuyo testimonio registra la Historia, los ingleses entrenados para la destrucción y el pillaje, y dueños de la situación, se apropiaron de las riquezas y luego incendiaron la ciudad, para luego organizar sus acostumbradas orgías de triunfo bajo las actitudes morbosas y sanguinarias del pirata George Anson.
El Jefe de la Escuadra inglesa, quiso completar el cuadro de destrucción e intentó robar la Sagrada Imagen de Las Mercedes, pero no pudo. Fuerzas misteriosas agitaron el mar haciendo huir a los invasores. Frustrada su maligna intención, Anson presa de una ira incontenible, dio una violenta estocada a la Virgen marcándola en el cuello, señal que hasta ahora perdura como testimonio de la acción sacrílega de los ingleses, quienes se vieron precisados a arrojarla al mar.
Pasados algunos días, la Sagrada Efigie fue encontrada varada en una playa paiteña, por un grupo de pescadores, quienes avisaron a la población, que más tarde organizaron una gran procesión con profundas manifestaciones de júbilo y emoción religiosa. El Pueblo de esa época jubiloso y lleno de fe, estuvo varios días maravillado por lo que consideraban un milagro del Cielo.
Este episodio marcaría para siempre la gran veneración de los paiteños y de los visitantes que atraídos por los sucesos, llegaron a Paita por centenares a dar realce a la Festividad; organizándose las primeras peregrinaciones que continuaron hasta nuestros días.
AHORA, RESPONDE LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:
1.- ¿Dónde y cuándo se realiza la historia?
2.- ¿Conoces otros hechos atribuidos a la Virgen de las Mercedes? ¿Cuáles?
3.-En el momento actual en que vivimos ¿De qué forma la Virgen de las Mercedes podría liberarnos y/o protegernos? Explica.
El culto a la Virgen de la Merced o de las Mercedes es una de las devociones más antiguas y arraigadas en nuestro país. Su gloriosa historia se inicia en la Edad Media, cuando San Pedro Nolasco con el apoyo del Rey Jaime I de Aragón —por especial revelación de la misma Virgen— funda el 10 de agosto de 1218 en Barcelona la “Celestial, Real y Militar Orden de Nuestra Señora de la Merced”, para la redención de los cautivos en poder de los musulmanes.
La trayectoria de esta benemérita Orden es maravillosa y heroica: “Desde su inicio y durante los seis siglos siguientes pudo redimir a más de ochenta mil cautivos devolviéndoles a su patria y a su hogar con el precio de mil quinientos mártires que derramaron su sangre por la conquista de la libertad de los cristianos”
La devoción a Nuestra Señora de las Mercedes en el Perú se remonta a los tiempos de la fundación de Lima. Consta que los Padres Mercedarios, que llegaron al Perú junto con los conquistadores, habían edificado ya su primitiva iglesia conventual hacia 1535, templo que sirvió como la primera parroquia de Lima hasta la construcción de la Iglesia Mayor en 1540.
Los Mercedarios no sólo evangelizaron a la región sino que fueron gestores del desarrollo de la ciudad al edificar los hermosos templos que hoy se conservan como valioso patrimonio histórico, cultural y religioso.
Junto con estos frailes llegó su celestial patrona, la Virgen de la Merced, advocación mariana del siglo XIII.
Esta Orden de la Merced, aprobada en 1235, por el Papa Gregorio IX, logró liberar a miles de cristianos prisioneros, convirtiéndose posteriormente en una dedicada a las misiones, la enseñanza y a las labores en el campo social. Los frailes mercedarios tomaron su hábito de las vestiduras que llevaba la Virgen en la aparición al fundador de la orden.
La imagen de la Virgen de la Merced viste totalmente de blanco; sobre su larga túnica lleva un escapulario en el que está impreso, a la altura del pecho, el escudo de la orden. Un manto blanco cubre sus hombros y su larga cabellera aparece velada por una fina mantilla de encajes. En unas imágenes se la representa de pie y en otras, sentada; unas veces se muestra con el Niño en los brazos y otras los tiene extendidos mostrando un cetro real en la mano derecha y en la otra unas cadenas abiertas, símbolo de liberación. Esta es la apariencia de la hermosa imagen que se venera en la Basílica de la Merced, en la capital limeña, que fue entronizada a comienzos del siglo XVII y que ha sido considerada como patrona de la capital.
Fue proclamada el 20 de septiembre de 1730 «Patrona de los Campos del Perú»; «Patrona de las Armas de la República» el 22 de septiembre 1823; y al cumplirse el primer centenario de la independencia de la nación, la imagen fue solemnemente coronada y recibió el título de «Gran Mariscala del Perú» el día 24 de septiembre de 1921, solemnidad de Nuestra Señora de la Merced, desde entonces declarado fiesta nacional, ocasión en que cada año el ejército le rinde honores a su alta jerarquía militar de «Mariscala del Ejército del Perú» nombrada el día 22 de setiembre de 1923. La imagen porta numerosas condecoraciones otorgadas por la república de Perú y sus gobernantes e instituciones nacionales. El 09 de diciembre de 1954 el Presidente de la República Manuel A. Odría impone la condecoración: Gran Cruz de la Orden Militar de Ayacucho a la imagen de la Virgen de las Mercedes y el 23 de Setiembre de 1969 el Gobierno oficializa el Título honorifico de Gran Mariscala del Perú de la Virgen de las Mercedes
En 1970 el cabildo de Lima le otorgó las «Llaves de la ciudad» y en 1971 el presidente de la República le impuso la Gran Cruz Peruana al Mérito Naval, gestos que demuestran el cariño y la devoción del Perú a esta advocación considerada por muchos como su Patrona Nacional.
Fuente: Aciprensa.
AHORA, RESPONDE LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:
1.- ¿Por qué la Virgen de la Merced es la Patrona de las fuerzas armadas del Perú?
2.- ¿Qué significa que es: “La madre redentora de los cristianos cautivos en poder de los musulmanes”?
3.- ¿Crees que en la actualidad, la Virgen de la Merced sigue siendo liberadora? ¿Por qué?
Por celebrarse el Día del Folklore el área curricular de Arte y Cultura como parte del plan lector, comparte las siguientes lecturas para el VI y VII ciclo.
LECTURA N° 02
En nuestro CXCIX aniversario patrio rumbo al bicentenario la IES Comercial 45 "ERP" , a través del área curricular de Ciencias Sociales y Desarrollo Personal, Ciudadanía y Cívica realizan actividades consideradas en plan lector, con el propósito de fortalecer nuestra identidad y patriotismo por nuestro país Perú.
Según el video:
1.- ¿Con qué hechos comenzó la independencia del Perú?
2.-¿Qué significa celebrar el bicentenario de la independencia del Perú?
3.-¿Tú crees tener algún papel en el bicentenario de la independencia?¿Cúal sería éste y cómo lo realizas?.
El significado de la Independencia del Perú
Por la Escuela Indígena de Comunicación Llipinchis Yupasunchis.
Todos hemos leído en los textos escolares sobre la Independencia del Perú proclamada por don José de San Martín y su Ejército Libertador un 28 de julio de 1821. Cada año, en esa fecha, los peruanos celebramos las fiestas patrias como una de los días más importantes del calendario cívico nacional.
El tema sobre el cual reflexionaremos hoy es el significado de la Independencia del Perú para las comunidades y pueblos originarios. Sobre la Independencia existen dos versiones contrapuestas que debemos conocer:
Historia oficial
Según la historia oficial la Independencia fue el resultado del enfrentamiento del pueblo peruano contra España para romper sus lazos políticos.
Se dice que este conflicto tuvo precursores nacionales desde Túpac Amaru hasta la llegada de San Martín y se produce como consecuencia de la toma de conciencia, al nivel nacional, de los abusos cometidos por la metrópoli contra la población criolla e indígena del Perú.
En esta toma de conciencia jugaron un papel importante los ejemplos de la Independencia Norteamericana, la Revolución Francesa y la difusión de las ideologías nacionalistas y liberales.
Los abusos mayores se debieron a la imposición del exclusivo monopolio comercial de España y a la marginación de los criollos, hijos de españoles en el Perú, de los cargos más altos de la administración colonial.
Historia crítica
Las investigaciones históricas más recientes revelan, más bien, que en América Latina y sobre todo en el Perú, la Independencia no fue el resultado de un conflicto entre metrópoli y colonia sino principalmente la consecuencia de una pugna en Europa entre metrópolis competidoras por el dominio universal.
En el caso del Perú, además, esta Independencia fue concedida y no conquistada. Es decir, fue traída desde afuera por los ejércitos de San Martín y de Bolívar.
La Independencia no fue fruto de una toma de conciencia nacional del pueblo peruano, puesto que las grandes mayorías estuvieron ausentes del proceso. Indígenas, negros y mestizos lucharon separados en las filas de los ejércitos patriotas y realistas.
La Independencia aparece entonces como resultado de la acción de San Martín y de Bolívar en el Perú y de las victorias militares de Junín y Ayacucho. Para estos libertadores, el derrumbe del bastión colonial en el Perú era una condición necesaria e indispensable para garantizar la independencia americana.
En este proceso la élite criolla peruana no participó activamente porque estuvo estrechamente vinculada a la metrópoli de España. En esto la élite peruana se diferenció grandemente de las élites de Argentina y Venezuela, de dónde provinieron José de San Martín y Simón Bolívar, respectivamente.
Según el historiador Heraclio Bonilla y el antropólogo José Matos Mar las masas populares estuvieron ausentes porque en el proceso de la Independencia no entraron en juego sus intereses. Fue un conflicto de minorías para minorías.
Cambios generados por la Independencia
A diferencia de las revoluciones europeas de los siglos XVIII y XIX, la Independencia en el Perú se limitó a ser un hecho militar y político, que dejó intactas las bases del sistema colonial.
Sin duda hubo cambios políticos pero éstos no afectaron la esencia misma de la estructura económica y social colonial.
El cambio más importante fue el surgimiento de un poder político en el seno de los militares, quienes gobernaron la nueva república peruana sin oposición desde 1821 hasta 1872, es decir por más de 50 años.
La clase dirigente española estaba en crisis y la élite criolla nativa era demasiado débil para disputar el poder a los militares.
La estructura colonial se expresa en dos hechos básicos: Primero, el orden y la jerarquía social que divide a la población. Segundo, la economía interna está en función de las exigencias de las nuevas metrópolis internacionales.
Estos dos hechos que caracterizan un orden colonial persistieron durante todo el siglo XIX y hasta ahora caracterizan a la sociedad peruana.
A manera de conclusión
La Independencia fue un hecho principalmente político a partir del cual los virreyes desaparecieron y la metrópoli española dejó de tener injerencia directa en el Perú. Desde entonces el Estado quedó a cargo de un grupo reducido de criollos –hijos de españoles- que se convirtió en la clase dominante.
En el aspecto económico, el Perú pasó del dominio colonial español a la supremacía comercial inglesa; subordinada a la nueva potencia del mundo.
En el aspecto social siguió existiendo una sociedad heterogénea con desigualdades sociales, y exclusión de la población originaria.
El historiador Jorge Basadre afirma que luego de la Independencia "La estructura social queda efectivamente intacta", e incluso la condición del pueblo "empeoró durante la República" pues se mantuvo la esclavitud y el tributo indígena hasta 1854.
El reconocimiento de la existencia legal de las comunidades indígenas recién se efectuó en 1920 y la participación indígena en el sistema electoral en 1980, después de 159 años de la Independencia.
Preguntas de reflexión:
¿El Perú logró su verdadera independencia el 28 de julio de 1821?
¿Las comunidades originarias de la región participaron activamente en la Independencia?
¿Qué hace falta para que el Estado peruano represente a todos los peruanos y peruanas, especialmente a las poblaciones marginadas?
En 1921, cuando gobernaba Augusto B. Leguía, el Perú cumplió un siglo de vida independiente. ¿Por qué la fecha? Entre 1909 y 1910, varios países latinoamericanos celebraron su Centenario, pues conmemoraron el “primer grito de independencia”, ya sea de su Virreinato (México, Colombia y Argentina), de su Audiencia (Bolivia y Ecuador) o de su Capitanía General (Chile). En realidad, no fue el centenario de su independencia efectiva sino el inicio (remoto) de su lucha por ella, pues todos tuvieron que esperar varios años, que van desde 1816 hasta 1830, cuando empezaron a funcionar como verdaderos Estados independientes. En el caso peruano, si tuviéramos que aplicar la misma lógica, habríamos tenido que celebrar nuestro centenario en 1911, cuando se cumplieron 100 años del grito emancipador de Francisco de Zela en la ciudad de Tacna, fuertemente reprimido por el virrey Fernando de Abascal, quien presidía entonces el Virreinato peruano.
La tradición de celebrar acontecimientos similares en momentos distintos induce al error, pues muchas veces se piensa que el Perú se independizó mucho después que el resto de países latinoamericanos. Hoy, gracias al avance de la historiografía, sabemos que la Independencia de Hispanoamérica fue un mismo proceso, y la del Perú fue parte de éste, por lo que muchas fechas claves coinciden.
Las diferencias entre los países tienen que ver con la forma en que, arbitrariamente, durante la construcción de su Estado-Nación en el siglo XIX, sus élites fijaron la fecha (el momento) fundacional de sus respectivas patrias, iniciándose así una tradición celebrativa o tradición conmemorativa. A la confusión de fechas, a este error “cronológico”, se suma otra controversia. Ésta tiene que ver con la idea según la cual, como los demás países se independizaron primero, ellos superaron con mayor facilidad la pesada “herencia colonial” y construyeron Estados más eficientes, más coherentes, con mayores niveles de integración que el Perú e, incluso, gracias al temprano surgimiento de una élite dirigente mejor comprometida con los intereses de sus respectivas “naciones”. Hoy, asimismo, debido al desarrollo de la historiografía latinoamericana, tal argumento no resiste ningún análisis serio.
A diferencia de otros países de la región, en el Perú no hubo ningún problema para elegir el nombre que debía llevar el país luego de la Independencia; tampoco hubo mayor dificultad para asumir que el acontecimiento “fundacional” de la Nación fue cuando San Martín convocó a los peruanos a luchar por la emancipación el 28 de julio de 1821. No se tomaron en cuenta algunos acontecimientos anteriores que hubieran sido leídos como “gritos precursores”: Francisco de Zela (Tacna, 1811), Enrique Paillardelle (Tacna, 1813) y Mateo Pumacahua y los hermanos Angulo (Cuzco, 1814), todos ellos inscritos en la coyuntura de la crisis monárquica en España y el avance del liberalismo hispano, pero también duramente reprimidos por el virrey Abascal con el apoyo de la élite limeña.
Ya desde 1822, un año después de la proclamación del Libertador argentino, la población limeña celebró el 28 de julio. Luego, en 1827, quedó esta fecha sancionada, oficialmente, como el “aniversario patrio” en todo el territorio de la república. Los que sobrevivieron a la guerra asumieron que la “verdadera” independencia se dio desde la llegada del ejército sanmartiniano hasta la victoria de Ayacucho, conseguida por las tropas bolivarianas al mando del mariscal Antonio José de Sucre. En todo caso, fue una apreciación más pragmática del proceso, no la “romántica” de escoger un grito aislado y remoto, incluso “fidelista” o ambiguamente “separatista”, y que fue apagado con relativa facilidad, como ocurrió en algunos países de la región. Por ello en el Perú, sin mediar polémicas, el Cincuentenario se cumplió en 1871 (Balta), el Centenario en 1921 (Leguía) y el Sesquicentenario en 1971 (Velasco). Gobiernos civiles y militares, autoritarios o relativamente democráticos, o de distinta tendencia ideológica, han mantenido, en un excepcional consenso, esta tradición conmemorativa.
Hoy, gracias al avance de la historiografía, sabemos que la Independencia de Hispanoamérica fue un mismo proceso, y la del Perú fue parte
De éste, por lo que muchas fechas claves coinciden.
Dentro de poco conmemoraremos los 200 años no solo de la independencia sino también de nuestra trayectoria republicana. Sin embargo, aún no tenemos ninguna “Comisión Nacional” para tan importante efeméride como, con la debida anticipación, la tuvieron la mayor parte de países que ya cumplieron su Bicentenario. No obstante, propongo algunos temas de reflexión.
Las celebraciones no deben limitarse a ciertos ejes temáticos ni localizarse en determinadas regiones o ciudades: las actividades deben ser inclusivas. Debe ser la oportunidad de abrir un debate nacional no solo sobre la independencia sino sobre el largo proceso de los grupos que han habitado este territorio que es hoy el Perú, para entender la complejidad y diversidad de nuestra sociedad y, por lo tanto, dibujar la construcción de una sociedad más dialogante y multicultural.
La celebración debe promover también el nuevo rol que debe cumplir la Historia en el vigente Estado nacional. Asimismo, hay que buscar una nueva relación entre la historia nacional y las múltiples historias regionales o locales, que reflejan la existencia de muchas memorias provenientes de una sociedad tan diversa como la nuestra. Desde este punto de vista, hacer una nueva articulación del pasado con el presente. En suma, tenemos la enorme oportunidad de reposicionar al pasado como una representación absolutamente necesaria para construir los sentidos del presente. En este sentido, conviene recordar el pasado, tanto en sus grandezas como en sus miserias, y su dimensión en el tiempo. Hay que festejar, sí, pero también hay que ser conscientes de cuánto ha costado mantener el país que hoy tenemos.
La Historia no solo pertenece a los historiadores. Es de todos. Por ello, sería muy peligroso que nuestros colegas pretendan imponer una forma concreta de celebrar el Bicentenario. Para empezar, la futura “Comisión Nacional del Bicentenario” debe tener una composición también diversa y multidisciplinaria, en la que sus miembros entiendan que una verdadera celebración es una fiesta en que nadie debe sentirse excluido y que, respetando los puntos de vista, entiendan que no es cierto que el Perú sea un espacio geográfico accidental, que no es cierto que el desarrollo de ninguna localidad o región se haya hecho —o pueda hacerse— sin el aporte de las demás, y que no es cierto que la “diversidad” sea un problema sino una gran posibilidad de enriquecimiento mutuo.
Por último, el haber focalizado el inicio de nuestra independencia con el discurso de San Martín en la Plaza Mayor de Lima nos puede dar algunas “ventajas” respecto al próximo Bicentenario. Así como Leguía organizó las ceremonias del Centenario después de las de muchos países latinoamericanos, las fiestas del 2021 tendrán lugar
cuando ya varios países hayan celebrado las suyas. Vamos a competir, pero con la ventaja de conocer los aciertos y errores de las otras naciones. Si Leguía quiso quebrar la imagen de crisis, heredada de la Guerra del Pacífico, de un país pobre y dividido, para el próximo Bicentenario no tratemos de resolver todos los problemas y, por lo tanto, no llegar a resolver si quiera uno de ellos. Trabajemos desde ahora en aquéllos que nos permitan vivir en comunidad y en plena democracia. ¿No sirve el pasado para aquello? Sí; por ejemplo, recuperar la imaginación creativa de quienes, en tiempos de la Independencia, quisieron un país verdaderamente libre y con un profundo sentido de ciudadanía entre los peruanos. Tenemos que volver a esos valores para vivirlos y practicarlos, en vez de exaltarlos en términos puramente retóricos.
RESPONDE LAS PREGUNTAS SEGÚN LA LECTURA:
1.- ¿A qué se refiere con tradición celebrativa o tradición conmemorativa?
2.- ¿Por qué se dice que otros países superaron con mayor facilidad la pesada “herencia colonial” y no así el Perú?
3.- Para ti ¿cómo debería ser una verdadera celebración por el bicentenario de la in dependencia de Perú?